El Dínamo | Columna de Soledad Ortúzar: Educación Técnica y Progreso

El Banco Mundial, en su reciente Informe sobre Desarrollo Mundial 2024: “La Trampa del Ingreso Medio”, destaca que los países que han alcanzado altos niveles de crecimiento económico han pasado por una fase de innovación, construyendo capacidades internas y desarrollando empresas generadoras de conocimiento globalizado. Además, subraya que la mayoría de esos países han logrado tales avances invirtiendo en una educación técnica de calidad, alineada con las necesidades del mercado laboral.

Estos resultados son una referencia relevante para Chile. En nuestro país, cerca del 40% de los estudiantes se gradúa de un establecimiento de educación media Técnico Profesional (TP), y cada vez más optan por continuar con la educación superior TP. Esta modalidad educativa se basa en el aprendizaje experiencial y fomenta habilidades del siglo XXI: dota a las nuevas generaciones de insumos para un mundo cambiante, desafiado por las transformaciones que la tecnología y la globalización están produciendo en los entornos laborales.
En el Centro de Innovación en Liderazgo Educativo (CILED), de la Universidad del Desarrollo, replicamos una encuesta de opinión pública —enfocada en este tipo de enseñanza— realizada por la CEDEFOP (Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional). Los resultados fueron alentadores: 71% de los chilenos tiene una opinión “bastante positiva” o “muy positiva” de la educación media TP, situándonos al mismo nivel de algunos países en que esta modalidad educativa es emblemática, como Alemania (73%), e, incluso por encima del promedio de la Unión Europea (67%). Además, un 78% considera que la educación técnica contribuye a superar la exclusión social en el país y un 77% cree que fortalece la economía.

A pesar de estos resultados, existe una desconexión entre la percepción positiva y la realidad. Esto se refleja en que, a nivel de políticas públicas, todavía no se ha dado suficiente impulso al desarrollo de la educación TP.

Para superar estos desafíos, es esencial que se destinen más recursos y apoyos, promoviendo la colaboración entre instituciones educativas, empresas y el Gobierno. Asimismo, es necesario crear políticas públicas que impulsen la actualización y pertinencia de la formación TP, fomentando la innovación e integrando tecnologías emergentes. De este modo, se fortalecerá la conexión entre la formación técnica y las necesidades del mercado laboral, asegurando un futuro próspero y equitativo para las próximas generaciones.

Hoy más que nunca, urge que pongamos el foco en una educación técnica que nos permita desarrollar todo el talento de nuestros estudiantes. Solo así lograremos promover la innovación y el crecimiento que Chile necesita.

Link de la columna

La Tercera | El futuro de la educación chilena: las oportunidades que se abren en la era digital

Nota de La Tercera, que incluye la participación de nuestra directora ejecutiva Soledad Ortúzar.

¿Cómo será el uso de la IA en las tareas de los profesores? Integrar herramientas digitales y plataformas tecnológicas asoma como una prioridad para la preparación de los estudiantes en un futuro marcado por la innovación. Por eso, la capacitación, señalan los expertos, será esencial. Así también la importancia de trabajar las habilidades blandas en los estudiantes.

El desarrollo tecnológico está transformando todos los rubros y la educación no es la excepción. Cada vez más, la tecnología se integrará en las salas de clases y se involucrará en los procesos de enseñanza y aprendizaje. No se trata sólo de robots o proyectores inteligentes, sino de cómo la digitalización está cambiando el mercado laboral. Con tantos avances, las dudas son honestas y surge una pregunta inevitable: ¿qué y cómo se debe enseñar a los estudiantes que tendrán que enfrentar este escenario tecnologizado?

Pero antes, emerge otra pregunta. ¿Cómo ha impactado la digitalización en la educación chilena hasta ahora? Para Ramón Iriarte, Especialista de Programas de Educación de la UNESCO en Santiago, el país cuenta con avances comparativamente superiores a sus pares de la región. Uno de los factores es el acceso a internet de banda ancha: Chile tiene una tasa que supera el 65%.

“Chile está mejor preparado que otros países para comenzar a pensar en nuevas tecnologías con Inteligencia Artificial”, señala el experto. Sumado a eso, agrega que hay un “gran capital en el sector académico” y apoyo de entidades clave como el Ministerio de Educación, que dan pasos para que los docentes sigan siendo la piedra angular como agentes fundamentales de este proceso de cambios al interior de las aulas.

Para contextualizar, Marcela Colombes, directora de Aprendizaje para el Futuro de Fundación Chile, explica que la digitalización se basa en desarrollar competencias que ayuden a hacer un mejor uso de las tecnologías que van apareciendo, en medio de un proceso de adaptación en las comunidades educativas. No es casual que el Mineduc ya presentó a inicios de junio la primera propuesta de actualización del currículum escolar de 1° básico a 2° medio, con contenidos que impactarán en el uso de estas competencias de aquí a 2030.

“Es importante saber que tenemos aún brechas y que no hay que mirarlo como un extremo. La digitalización es una de las competencias más que se necesitan, pero también hay que recalcar el valor de los docentes que es irreemplazable”, puntualiza, haciendo especial valor en la conexión de los docentes con el alumnado como factor en la motivación. “La retroalimentación de un profesor a un estudiante sin duda mejora el desempeño de las comunidades educativas”, complementa.

Uso del IA

Para poner en perspectiva el alcance de la IA en la educación, UNESCO realizó un mapeo global para determinar hasta qué punto se está utilizando esta tecnología en las aulas. Según Iriarte, en esta encuesta realizada a nivel mundial se determinó que “son 15 países alrededor del mundo que tenían uso de la inteligencia artificial incorporado al currículum, principalmente en Europa, Asia, o Medio Oriente”.

Aunque existen muchas experiencias innovadoras, muchas de estas son impulsadas desde fuera del sistema educativo. Por esta razón, Ramón Iriarte —de la UNESCO— propone que hay que prestar atención a las condiciones para empezar a impulsar este tipo de iniciativas, siendo esto “uno de los grandes desafíos de la región”.

Colombes de Fundación Chile plantea que, “a pesar de que el desarrollo de la tecnología ha sido abismantemente rápido, la innovación en educación no ha sido a la misma velocidad”. Sin embargo, esta irrupción implica para el ambiente la responsabilidad de acelerar los cambios en el aula, de cuestionarse cómo llevar estas innovaciones y cómo estas tecnologías se ponen al servicio de la educación y no al revés.

El experto toma como ejemplo los programas de capacitación digital en Latinoamérica realizados por dicha fundación junto a la Alianza del Pacífico, donde han visto que las brechas se siguen generando porque las actualizaciones avanzan más rápido de lo que las empresas requieren. Ante ello, agrega: “Tomando en cuenta los últimos estudios, donde se habla que el 50% de los trabajos en el 2030 va a requerir habilidades digitales, es muy importante tener un modelo educativo de desarrollo durante la trayectoria de estas competencias”.

La IA también ofrece una oportunidad muy grande de adaptabilidad dentro de la sala de clases, según lo estudiado por Soledad Ortúzar, directora del Centro de Innovación y Liderazgo Educativo de la Universidad del Desarrollo (CILED UDD). Ortúzar detalla que hay experiencias de retroalimentación a los docentes, como la implementación de tutorías sobre cómo la IA puede facilitar desde la creación de clases más atractivas y motivadoras a los alumnos, hasta levantar sistemas de alerta temprano para estudiantes que están en riesgo de deserción.

La IA tiene un tremendo potencial para tener una educación de mejor calidad, para atender las necesidades diferenciadas de los estudiantes, para hacer que el proceso de enseñanza aprendizaje sea también mucho más motivador”, complementa Ortúzar, priorizando el rol del profesor a quien se le debe entregar la formación y luego los apoyos para que utilice estas innovaciones en su práctica diaria. “Hay que cautelar que exista un acceso equitativo a esta tecnología y que todos se puedan beneficiar de las oportunidades que otorga la IA”, manifiesta.

El profesor del futuro

El papel que podría jugar la Inteligencia Artificial en el trabajo de los docentes podría cumplir un rol de acompañamiento, y permitir que las energías del profesor se concentren en la interacción con sus estudiantes.

Severín, director ejecutivo de Tu Clase Tu País, programa que ha permitido actualizar a 200 mil profesores de Chile y Latinoamérica en la última década, señala que hay tres ventajas que está proponiendo el uso de IA en dicho sector.

Lo primero es la posibilidad de un trabajo más creativo. “Después de muchos años haciendo clases, es bien importante la posibilidad que la IA propone a los profesores ideas nuevas, formas distintas de hacer su trabajo y, por lo tanto, el aporte que puede ser la creatividad de los profesores es muy importante”, complementa Severin.

Lo segundo es el tiempo. El también consultor en educación para la UNESCO, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, destaca que tareas que demandan varias horas, como planificación o revisión de pruebas, podrían fácilmente sistematizarse y así ahorrar tiempo; acción crucial para priorizar el acompañamiento del estudiante en el proceso de aprendizaje.

El último punto es la creación de experiencias de aprendizaje más nutritivas para los estudiantes, conectadas con las habilidades del siglo XXI.

Entendiendo que el acceso a la IA dependerá de las brechas que puedan sortear los docentes e instituciones, Araya, directora de Educación de País Digital, sostiene que mientras más nos adentramos en el Chile real, las brechas son más visibles. En relación con lo anterior, sostiene que el parámetro etario no sería un condicionante. “La brecha de edad de profesores no es una de las barreras más importantes para hacer utilización de tecnología, sino que tienen que ver con otros factores más culturales, más de confianza, y de acceso también”, considerando que profesores de edades más avanzadas tienen una predisposición a continuar aprendiendo, a continuar enseñando sin miedo a la tecnología.

A ello, menciona otras brechas que pueden hacer difícil la tarea de la digitalización, como la infraestructura de los colegios —ligadas comúnmente a zonas alejadas— o las brechas de género que podrían hacer diferencia por estereotipos culturales entre estudiantes e impedir el acceso a la tecnología a niñas, siendo parte de las tareas a revisar.

Habilidades blandas como eje

Catalina Araya, de País Digital, puntualiza que “las salas de clase continúan siendo iguales” en gran parte del país. ¿Cómo aprendemos y enseñamos en una sociedad que está marcada por el desarrollo tecnológico y que va a seguir avanzando a velocidades que desconocemos?

La directora de País Digital resalta la omnipresencia de la tecnología en la vida cotidiana, y señala cómo ha transformado la forma en que nos relacionamos, trabajamos y aprendemos. Subraya que la educación no puede ignorar este cambio y que los niños deben estar preparados para vivir en una sociedad marcada por el desarrollo tecnológico constante. También enfatiza que no se puede detener el progreso tecnológico, sino que se debe adaptar la educación para aprovecharlo.

Eugenio Severín, de Tu Clase Tu País, descarta que los docentes vayan a ser reemplazados por IA, y hace énfasis en que la educación debe enfocarse en lo que nos hace humanos: el contacto personal, la colaboración y el pensamiento crítico. Los estudiantes del futuro deben estar preparados para competir en un mundo donde la IA realiza muchas tareas mejor que los humanos, pero es precisamente en la capacidad de transferencia de conocimiento y en las habilidades socioemocionales donde los humanos superarán a las máquinas.

Son estas características que nos hacen humanos las que, en ojos de Colombes de Fundación Chile, serán “las mayores competencias que se van a necesitar de acá al 2030”. Más allá de saber cómo analizar grandes volúmenes de datos o las aplicaciones correctas, lo que se espera es que en los colegios los estudiantes puedan tener a disposición formas de trabajar estos problemas más humanos, “causando un efecto positivo con iniciativas pertinentes con las comunidades educativas”.

Ortúzar de CILED UDD propone que las habilidades del siglo XXI “son habilidades que se pueden cultivar en ambientes en que a los estudiantes se les enseña con un enfoque de la educación muy basado en la en la innovación y en el aprendizaje experiencial”, tomando en cuenta un caso en su centro, donde los estudiantes ven desafíos de sus propios territorios y comunidades y, en base a eso, proponen sus propias formas de llevar a cabo las tareas.

Para Iriarte de la UNESCO, las instituciones históricamente han trabajado bajo una mirada lógico-matemático. “Hoy se ve en la realidad de la escuela la gran necesidad de trabajar las habilidades socioemocionales con los niños”, y destaca que hay existen planes gubernamentales en la priorización por trabajar las habilidades socioemocionales. “Es un aspecto clave que las instituciones educativas tienen que fortalecer, ya que son características que la IA aún no puede adquirir como la intuición, los sentimientos, o las emociones”, indica.

El camino hacia una educación que prepare a los estudiantes para el siglo XXI no solo requiere de avances tecnológicos, sino de un replanteamiento metodológico y ético que ponga a los seres humanos y sus relaciones en el centro del proceso educativo. Aquí, las políticas públicas juegan un papel importante. Si ya se mencionó el cambio de currículum que proyecta el Mineduc, se suma el marco de competencias digitales docentes, el cual data de 2011, el cual en vista del especial debe ser revisado, actualizado y replanteado a la situación actual.

La IA y la digitalización ofrecen grandes oportunidades para la educación en Chile, pero su éxito dependerá de una mayor inversión en infraestructura, el fortalecimiento de las competencias docentes, y la inclusión de aspectos éticos y socioemocionales en los planes educativos. Un futuro por delante donde la curiosidad y el aprendizaje marcarán diferencias ante nuevas tecnologías que aún no dimensionamos.

Radio Guayacán | Entrevista a Christian Lazcano por funcionamiento de SLEP

Christian Lazcano, director de Formación del Centro de Innovación en Liderazgo Educativo (CILED), de la Universidad del Desarrollo (UDD), sostuvo una extensa entrevista en el programa “Juntos por la mañana” de Radio Guayacán (95.1 FM), donde abordó algunos temas de la contingencia, como el funcionamiento de los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) y el desafío de la deserción escolar.

Durante la conversación, Christian Lazcano sostuvo que “desde la implementación de los SLEP hasta la fecha, el proceso no ha sido fácil (…). La verdad es que son procesos y cambios estructurales importantes, que desafían y estresan a las comunidades educativas, y hay distintas formas de abordar eso. Los profesores y los directores ya estaban acostumbrados a un sistema, después nos podemos poner de acuerdo si ha sido beneficioso o no, de administración municipal”.

Asimismo, sobre el desafío de la deserción, añadió: “Es necesario hacer las escuelas atractivas nuevamente. Lo que enseñó la pandemia a muchos es la falsa ilusión de que parece posible prescindir de la presencialidad y de ir a la escuela. Y hacer a las escuelas atractivas es muy difícil, porque es una tarea que nosotros llamamos ‘instruccional’; es una tarea pedagógica, de que al estudiante le haga sentido ir a la escuela”.

Revive la entrevista completa aquí:

Canal ISB | Entrevista a Soledad Ortúzar por mes de la EMTP

En el marco del mes de la Educación Técnico Profesional (TP), Soledad Ortúzar —directora ejecutiva del CILED— participó de una extendida e interesante conversación junto a la periodista Miriam Contreras de Canal Iglesia San Bernardo.

Durante la entrevista, Ortúzar abordó el origen de la modalidad educativa TP, las ventajas que tiene y los tareas que aún siguen pendientes en la materia. “Uno de los desafíos que tenemos como país es lograr una mejor articulación, en términos de políticas públicas, entre la la Educación Técnico Profesional y la Educación Superior”, sostuvo.

Revive esta conversación en el siguiente video:

El Mercurio | 7 de cada 10 chilenos tienen una mirada positiva de la educación TP

Se considera que ayuda a avanzar en dos grandes temas que mueven al país: superar la exclusión social y volver más robusta la economía.

Nota de El Mercurio

El verano de Vicente Palacios (18) fue uno trabajado. Tras haberse titulado del colegio Cardenal Carlos Oviedo Cavada de Maipú con una especialidad en Administración y una mención en Recursos Humanos, el recién graduado rindió la PAES y poco después comenzó su práctica profesional en una empresa del rubro. Gracias a su buen desempeño, lo que en principio debía ser un entrenamiento de dos meses, se transformó en un trabajo formal que lo tuvo allí hasta fines de febrero. Solo lo dejó de lado —explica— tras enterarse de que había sido aceptado en el Plan Común de la Escuela de Ingeniería y Ciencias de la Universidad de Chile.

“En 7° básico mi mamá quería que fuera parte de un establecimiento científico-humanista. Por el contrario, mi papá quería un colegio técnico, porque en caso de no poder seguir estudiando, salir con una especialidad ya me daba una base”, comenta sobre el argumento que terminaría por definir su educación, una decisión que él celebra, al creer que moldeó su forma de aproximarse a las tareas y compromisos.

“Siento que a los técnicos desde chicos nos meten en la cabeza ser siempre constantes y responsables. Se vuelven ideas más tangibles”.

Derribando mitos

La imagen destacada que el estudiante tiene sobre la educación media técnico-profesional es una que se replica en la mayor parte de la población chilena, según los resultados de un panel ciudadano desarrollado por el Centro de Innovación en Liderazgo Educativo (Ciled) de la U. del Desarrollo.

Luego de entrevistar de manera presencial a 1.170 personas de 18 años o más, sus datos, representativos a nivel nacional, muestran que 71% de ellos tienen una imagen positiva o muy positiva sobre esta modalidad educativa.

Esto viene a derribar algunos mitos en cuanto al conocimiento respecto a la educación técnica y el valor que le otorga la población”, comenta Soledad Ortúzar, directora del Ciled, quien agrega que la encuesta se basa en un formato originalmente europeo, y que al comparar resultados, Chile ocupa el noveno lugar (de 28) en el ranking de países que la cataloga con buenos ojos.


“Aquí se valora mucho porque las personas la ven como un buen vehículo para eliminar la exclusión social y para fortalecer la economía del país”, explica la académica. Siguiendo esta misma línea, los datos también muestran que el 62% está de acuerdo con que facilita continuar con estudios superiores.

Continuidad

Cifras entregadas por Fundación Luksic justamente señalan que 24% de los estudiantes que rindieron la PAES en 2023 provienen de la enseñanza media técnico-profesional, y que solo este último año ese número creció un 5%. Se trata de una tendencia al alza que ejemplifica de que la educación técnico-profesional ha dejado de considerarse como una educación terminal, indican.

“De todos los estudiantes (técnico-profesional) que nosotros encuestamos, que el año pasado fueron alrededor de 35.000 de 4° medio, provenientes de todas las regiones del país, el 90% dice querer estudiar ya sea el próximo año o el siguiente”, plantea Daniela Valencia, coordinadora del Programa Aspiraciones Sobre el Futuro de la fundación, que se enfoca en entregar información y apoyar a estudiantes de esta modalidad a tomar decisiones informadas sobre su futuro.

Como ejemplo, Valencia comenta que aunque la información sobre cómo acceder a la gratuidad u otros beneficios monetarios está disponible, esta no siempre llega a las aulas de quienes siguen una especialidad técnico-profesional. “Se ve una brecha en comparación con los científico-humanistas”, lamenta.

Soledad Ortúzar concuerda con que todavía hay mucho trabajo por delante, entre ello, atender a ciertas particularidades de esta modalidad —se podría contar con un Simce con foco en estos estudiantes, ejemplifica— o sumar a más mujeres en ciertas áreas (ver recuadro). Por sobre todo, es importante prestar atención a la necesidad de recursos, comenta.
Coincidiendo con este planteamiento, la evidencia muestra que la mayoría (64%) de quienes participaron en el panel ciudadano de la UDD cree que se debería priorizar la inversión en educación media técnico-profesional por sobre la científico-humanista

Entrevista: Lanzamiento libro Desafío TP

Soledad Ortúzar, directora del CILED y Pilar Alonso, directora de Grupo Educar, fueron entrevistadas en el programa ‘Educación técnica para el futuro‘ de Radio Agricultura en el marco del lanzamiento del libro ‘Desafío TP: Educación Media Técnico Profesional en Chile‘.

Revive esta interesante conversación a continuación:

Libro sobre EMTP revela desafíos y tensiones del sector

Grupo Educar y el Centro de Innovación en Liderazgo Educativo (CILED) publicaron Desafío TP: Educación Media Técnico Profesional en Chile (EMTP), que reúne a 36 autores, entre los que se encuentra Aníbal Vial, gerente general de Fundación Irarrázaval, y directivos de tres colegios de la RED Irarrázaval.

El libro, impulsado por Grupo Educar junto al CILED, como afirma José Joaquín Brunner, autor del prólogo, “busca destacar y profundizaren estos aspectos, proporcionando una lente reflexiva que invita a cuestionar, analizar y, sobre todo, a proyectar hacia el futuro”.

El texto fue presentado el pasado 13 de diciembre en la Universidad del Desarrollo, en Santiago, frente a cerca de 100 personas provenientes del mundo técnico profesional. En la oportunidad, Pilar Alonso, directora ejecutiva de Grupo Educar, agradeció a cada uno de los autores e hizo un llamado a los presentes para trabajar en red por el desarrollo y consolidación de la Educación Media Técnico Profesional con el foco siempre puesto en el futuro de los estudiantes.

Desafío TP fue comentado en un panel integrado por los exministros de Educación, Adriana Delpiano y Joaquín Lavín, y moderado por la directora de la Revista Educar y una de las editoras del libro, Marcela Muñoz, quienes destacaron el aporte de esta edición al desarrollo de la EMTP en Chile.

Aníbal Vial, gerente general de la Fundación Irarrázaval, quien escribió sobre la importancia de poner el foco en las competencias blandas en la EMTP, afirma respecto al libro: “Creo que aquí hay un interés genuino por sacar adelante un sector educacional que está muy descuidado y que el Estado no ve, no por culpar a nadie, pero no se ve. Y con este libro hemos conseguido que se visibilice, que se vea el interés que tiene”.

Por su parte, Soledad Ortúzar, directora ejecutiva de CILED, destacó el trabajo colaborativo que hay detrás de esta publicación: “Este inédito libro fue posible gracias a un trabajo interdisciplinario, donde convocamos a 36 autores a aportar su mirada desde la prácticay la academia para analizar la Educación Media Técnico Profesional en Chile, y apunta a asuntos claves para potenciar la calidad”.

Autores Participaron en el libro desde académicos, autoridades, representantes de colegios y miembros de instituciones líderes en materia TP, como Mineduc, Consejo Nacional de Educación, Fundación Chile Dual, Elige Educar, Inacap, PUC, Fundación Mis Talentos, Fundación por una Carrera, WorldSkills América, Red Chile DGER Francia, SNA Educa, entre otros.

Accede a la versión digital del libro acá: https://ciled.udd.cl/recursos_ciled/desafio-tp-educacion-media-tecnico-profesional-en-chile/

Nueva ley impactaría a planteles de gestión delegada en la zona

El Mercurio de Valparaiso publicó los resultados de un estudio que llevamos a cabo junto a la Facultad de Educación UDD, el cual analiza los resultados de los Liceos de Educación Media Técnico Profesional de Administración Delegada; ante el ingreso de un proyecto de ley que amenaza su continuidad.

Accede el estudio completo acá.

Estudio UDD: colegios que más abrieron en pandemia dieron mejor Simce y tienen menores niveles de inasistencia grave

Nota de La Tercera

El trabajo realizado por la Facultad de Educación y el Centro de Innovación en Liderazgo Educativo de la Universidad del Desarrollo asevera que hay una correlación directa entre lo acaecido con los establecimientos escolares durante la crisis sanitaria, los resultados del reciente Simce y la presencia de los estudiantes en las aulas durante 2023.

Yo creo que, efectivamente, nos equivocamos”. Así, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, hacía una suerte de mea culpa en abril de 2022 sobre el prolongado cierre de los establecimientos educacionales durante la pandemia.

Su afirmación fue el primer reconocimiento de una autoridad del actual gobierno a lo acaecido entre 2020 y 2021 -con Sebastián Piñera aún como Mandatario- en el país, que luego siguió con la propia confesión del Presidente Gabriel Boric, quien en enero de este año señaló que “Chile fue uno de los países que tuvo durante más tiempo sus escuelas cerradas y en eso también lo pienso en retrospectiva, quienes estuvimos en el Parlamento en ese momento también fuimos responsables de aquello, lo pienso autocríticamente”.

Y es que al día de hoy, hablar de las consecuencias que la crisis sanitaria del Covid-19 tuvo sobre el sistema educativo chileno parece ser redundante. La evidencia está a la vista y hoy, un reciente estudio de la Facultad de Educación y el Centro de Innovación en Liderazgo Educativo de la Universidad del Desarrollo así también parece confirmarlo.

En él se sugiere una relación directa entre la cantidad de días que las instituciones educativas estuvieron abiertas durante la pandemia y los niveles de asistencia a clases en marzo y abril de 2023, así como los resultados obtenidos en el Simce 2022. Dicho de otra forma: las escuelas que estuvieron más días abiertas en la crisis sanitaria registraron un rendimiento superior en el Simce y menores niveles de inasistencia grave en marzo y abril de 2023.

Pero, ¿cómo llegaron a esas conclusiones?

Los autores del estudio correlacionaron tres tipos de datos: las bases de estado de apertura diario de establecimientos escolares del Centro de Estudios del Mineduc en el periodo octubre 2020 a diciembre de 2021, los resultados del Simce informados por la Agencia de la Calidad de la Educación y los reportes de asistencia mensual por alumno que los establecimientos escolares informan a Mineduc para los meses de marzo y abril de 2023.

Resultados

En primer orden, el estudio muestra la interrelación entre los días que las escuelas estuvieron abiertas durante la pandemia (octubre 2020 a noviembre 2022) y la asistencia escolar de marzo a abril de 2023 de la cohorte de Cuarto Básico que se evaluó en el Simce 2022. En tal sentido, el informe detalla que se evidencia “una posible conexión entre los centros que estuvieron menos días abiertos durante la pandemia y los indicadores de asistencia escolar tras tres semestres sin cuarentenas”. Estos datos, añade el escrito, “parecen corroborar que el cierre de las escuelas durante la pandemia habría tenido un impacto adverso en los actuales indicadores de asistencia escolar”.

Así, ejemplifica que las instituciones educativas que estuvieron operativas menos de 30 días durante la pandemia evidencian un porcentaje de inasistencia grave -23%- durante los meses de marzo y abril de 2023. Este porcentaje es mayor en 7 puntos porcentuales respecto de las escuelas que estuvieron abiertas durante 100 días o más durante en pandemia.

Asimismo, el estudio expone la relación entre los días que las escuelas estuvieron abiertas durante la pandemia y la asistencia escolar de marzo-abril 2023 de la cohorte de Segundo Medio medio que participó en el Simce 2022. En tal sentido, se observa que los centros escolares que estuvieron abiertos menos de 30 días durante la pandemia presentan un 28% de inasistencia grave en marzo y abril de 2023, diez puntos porcentuales más que aquellas escuelas que estuvieron 100 días o más abiertos a lo largo de la crisis del Covid-19.

Así las cosas, el informe en cuestión detalla que los centros escolares con un promedio entre 165 y 207 puntos en el Simce presentan en promedio un 29% de inasistencia grave en 2023. Y que, por otro lado, escuelas, colegios y liceos con resultados entre 293 y 334 puntos en el Simce presentan trece puntos porcentuales menos de inasistencia grave en 2023, es decir, 16%.

Pero, además, el análisis dice identificar una “correlación positiva” entre el número de días que los establecimientos escolares mantuvieron sus puertas abiertas en pandemia y sus resultados en el Simce de Segundo Medio del año pasado, aun cuando se reconoce que los resultados venían a la baja antes de la crisis sanitaria.

Los resultados expuestos, concluye el estudio, “resaltan la correlación entre el tiempo de apertura de las escuelas durante la pandemia, los resultados en el Simce 2022 y la asistencia escolar en 2023″. Los datos sugieren, añade el reporte, que una mayor cantidad de días de apertura durante la pandemia se asocia con mejores resultados académicos y menores niveles de inasistencia grave.

Soledad Ortúzar, directora del Centro de Innovación en Liderazgo Educativo y una de las autoras del estudio, señala al cierre que la gran conclusión del estudio es la necesidad de que los estudiantes vayan a sus recintos educacionales, lo que debe ser fomentado por todos los actores de la educación. “No se pueden tener resultados significativos en términos de aprendizaje, no se puede tener un desarrollo socioemocional adecuado y no podemos recuperar las brechas de aprendizajes que nos puso la pandemia sin que los estudiantes asistan a clases”, asegura.

La doctora en Educación también remarca sobre el estudio la detección de una suerte de trayectoria negativa de establecimientos que abrieron poco en pandemia, que no les fue tan bien en el Simce y que actualmente registran bajos niveles de asistencia. “Esto no conduce a la mejora escolar ni a la recuperación de aprendizajes, lo que es muy preocupante. Que sean los mismos establecimientos dice que hay harto que hacer”, finaliza.

Entrevista a Mauricio Bravo sobre resultados Simce

En la siguiente entrevista de 24 Horas, Mauricio Bravo, Videcano de la Facultad de Educación de la UDD y director de Políticas Públicas del CILED, comenta los resultados del estudio que explica, entre otros, la relación del rendimiento de los establecimientos escolares en el Simce con la cantidad de días que permanecieron cerrados durante la pandemia.