Esta buena práctica se basa en el liderazgo distribuido, e implica la formalización de líderes emergentes que estaban asumiendo responsabilidades de los procesos educativos y administrativos del establecimiento, pudiendo tomar decisiones a nivel local para alcanzar los resultados esperados.
Conoce más sobre esta buena práctica en el siguiente video:
Y en la siguiente ficha de resumen (“Ver recurso”).


